La práctica de Reiki se fundamenta en un emisor o canal que, a través de sus manos transmite Reiki (fuerza natural que nos da vida) a un receptor que puede ser él mismo u otra persona (presente o no en el espacio-tiempo), con el fin de paliar o eliminar molestias y enfermedades.
A su vez, dado que es una energía universal, los tratamientos se pueden dirigir a otros seres vivos como animales, plantas y también a determinadas situaciones.
En algunos hospitales españoles se usa como terapia complementaria ya que no puede reemplazar al tratamiento médico.
Está reconocida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dentro de las denominadas TCAM (Traditional Complementary and Alternative Medecines, Medicinas Alternativas, Tradicionales y Complementarias)
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